Préstamo para reformar viviendas

Por diversas razones, se puede tomar la determinación de realizar obras de reforma en el hogar. Bien sea porque se estén presentando fallas estructurales debido al deterioro o por que se quiera aumentar el valor del inmueble, dándole un toque más moderno.

Debido a que esto es todo un reto, en muchos casos se requiere el apoyo de un ente crediticio, que ofrezca planes de financiamiento para concretar la adecuación o mejoras de la vivienda.

Como financiar la reforma de una vivienda

El pedir crédito para reformar una vivienda, conlleva a una gran responsabilidad. Esto se debe, a que se adquiere una deuda que si no se maneja de manera cuidadosa, puede llegar a ser más que una solución un problema.

Elegir entre los tipos de financiamiento, debe depender de la capacidad de pago del solicitante, es por ello que antes de tomar la determinación se debe analizar muy bien, cuál es el que más conviene.

Préstamo para reformar viviendas

Minicréditos

Son pequeñas cantidades de dinero, que se otorgan de manera muy rápida y no exigen ningún tipo de aval en garantía. Según la institución financiera, estos pueden llegar hasta 500 euros y el plazo de devolución, es de 30 dias. Vale resaltar, que esta alternativa se ofrece para reformas de emergencia.

Prestamos preconcedidos

Este es un producto que ofrecen los bancos a los clientes, quienes tienen un buen perfil financiero y el monto dependerá, de los movimientos y manejo del dinero. La ventaja, es que la documentación es mínima ya que el crédito se encuentra pre aprobado y por lo general, el dinero se entrega en un lapso no mayor a 72 horas.

Prestamos rápidos

Este tipo de crédito, está especialmente orientado para reformas mayores. En este caso se aprueba en tan solo 24 horas y se pueden llegar a obtener hasta 5.000 euros.

Los llamados créditos rápidos, son especiales para realizar algún tipo de cambio especifico en el hogar, por ejemplo cambiar suelos, sustituir ventanas o reparar alguna filtración producto de la ruptura de un tubo de agua.

Préstamos personales

Es una modalidad de financiamiento un poco más compleja ya que existe una serie de documentos, para establecer si el solicitante está en la capacidad de cumplir con las cuotas mensuales acordadas. Este tipo de crédito, otorga hasta 60.000 euros y las comisiones e intereses son muy bajos.

El plazo de devolución puede ser discutida e incluso algunas instituciones crediticias, ofrecen la posibilidad de negociar la cuota mensual. Muchas personas toman esta alternativa, cuando piensan mejorar el inmueble, con el fin de incrementar su valor para posteriormente venderlo.  

Préstamo para reformar viviendas

Ampliación de hipoteca

Si lo que se desea es mejorar las condiciones de la vivienda para aumentar la calidad de vida de sus habitantes, puede solicitarse una ampliación de la hipoteca. Algunos bancos permiten esta alternativa, después de haber cancelado una parte de la deuda inicial.

Lo importante de esta modalidad, es que no solo ofrece bajos intereses sino que no producirá un cambio en el presupuesto ya que no se tendrá que pagar un nuevo monto por las cuotas. En este caso, la institución financiera incrementara la cantidad de estas. Antes de aprobar la ampliación de dicha hipoteca, el banco comprobara la situación financiera del cliente.

Tiene que recordarse que al aumentar la cuantía del préstamo, no solo aumentan los compromisos económicos, sino tambien la posibilidad de perder el inmueble si se llegase a pasar por una mala racha económica.

Subvenciones de comunidades autónomas

Según la legislación española, existen una gran cantidad de comunidades autónomas, que ofrecen ayudas o subsidios para realizar algunas reformas específicas. Por ejemplo, desde el punto de vista de la eficiencia energética financian la instalación de placas solares, aislamiento térmico o cambios de ventanas.

Si bien es cierto que esto no cubrirá la totalidad de la reforma, lo importante es que se generara una disminución en los costos para poder la adecuación de la vivienda.

Préstamo o hipoteca ¿cuál es la mejor alternativa?

Ahora que ya se conocen cuáles son las opciones para obtener los recursos y financiar una remodelación, se debe analizar qué es lo más conveniente, si obtener un nuevo préstamo o ampliar la hipoteca.

Lo primero que debe tomarse en consideración, es la cantidad de dinero que se requiere ya que hay créditos que permiten realizar pequeñas modificaciones. En tanto la hipoteca, facilita un monto suficiente para realizar grandes obras o reformas de gama alta.

De igual manera, es importante que se sincere la realidad económica del solicitante ya que es probable que en los primeros meses, las cuotas de un préstamo no generen ningún cambio drástico en las finanzas.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y dependiendo del tipo de interés negociado, puede ocurrir que no se cumpla con los compromisos lo que podría traer nefastas consecuencias.

Pero si se decide ampliar la hipoteca, se recibirá el dinero y se seguirá pagando el mismo importe mensual, aun cuando la institución crediticia establecerá más tiempo para cancelar la deuda.

En todo caso, si se cuenta con una solvencia económica suficiente para hacer frente a dos créditos, se recomienda optar por la alternativa del crédito personal ya que este será devuelto en menor tiempo y no se pondrá en riesgo la propiedad de la vivienda.

Casi siempre quienes solicitan este tipo de préstamos lo hacen con la intención que a través de la reforma, aumente el valor de la vivienda en el  mercado y se obtenga más dinero mediante la venta de esta.

En tanto la hipoteca, se realiza con la intención de mejorar las condiciones del hogar y aunque el inmueble incremente su precio, debe tenerse en claro que este sigue perteneciendo al banco y hasta tanto no se cancele lo adeudado, existe el riesgo de perderlo si no se cumplen con el pago de las cuotas mensuales.

Préstamo para reformar viviendas

Hipoteca para reforma integral

Cuando sobre la vivienda no pesa ningún tipo de hipoteca o gravamen, puede solicitarse un préstamo dando como garantía el inmueble. Algunas instituciones financieras ofrecen una cantidad de dinero, cuyo tope máximo no excede el 65% del valor de tasación.

Pero al decidir tomar esta hipoteca, se debe saber que los intereses son superiores a los de los financiamientos tradicionales y aunque estas tasas son mucho menores que las de un préstamo personal, se pone en riesgo la propiedad del inmueble.

Las instituciones que ofrecen este producto otorgan 10 años para su devolución, esto significa que durante ese tiempo, el banco será el propietario de la vivienda con el riesgo permanente de perderla, si por alguna razón se cae en impagos.

El solicitante de la hipoteca, debe considerar que la institución financiera prestara una cantidad menor al valor real de la vivienda y que cualquier modificación que se le haga e incremente su valor de mercado, beneficiara notablemente al acreedor.

Esto porque en un supuesto caso que se pierda el inmueble, el banco se hará de una propiedad por menos de la mitad del precio real. Tomar esta decisión resulta arriesgada ya que se debe tener la certeza, de poder cumplir con los compromisos.

Buscar ayuda de profesionales

Si ya se ha tomado la determinación de realizar una reforma y se carece de dinero, entonces lo más recomendable es acudir a un experto en créditos o broker. Esto con el fin de lograr obtener las mejores condiciones en el financiamiento y que más se adapten a las necesidades del solicitante.

Estos profesionales cobran una pequeña comisión, que no debe ser vista como un gasto sino como una inversión ya que ellos negociaran el mejor tipo de interés nominal, así como el máximo financiamiento y buscaran ampliar al extremo, el plazo máximo de devolución.

Contratar los servicios de estas personas, es garantía de tranquilidad. Incluso ellos realizan de antemano un perfil financiero del solicitante, para establecer cuáles son las modalidades de pago que más le conviene y que le permitan poder cumplir con la devolución del préstamo.

Otras alternativas para realizar reformas de vivienda

Si la mejora que se desea hacer al inmueble, es bastante cuantiosa y no se cumple con el perfil para acceder a grandes prestamos, se puede realizar una reforma de tipo parcial o por etapas, de manera que se vaya ejecutando la obra según se obtengan los recursos.

No es lo mismo cancelar una gran cantidad de dinero de manera inmediata, para realizar mejoras en la vivienda, que hacerlo de manera paulatina. Si el inmueble no está habitado, puede optarse por realizar una demolición o remoción de estructuras, labor esta que no es muy costosa y que puede ser cubierta mediante un crédito rápido.

Por otra parte para la compra de materiales que conlleva el proceso de albañilería, pueden usarse las opciones de las tarjetas de crédito, los minicréditos e incluso el financiamiento que dan las propias tiendas que en algunos casos ofrecen amplios plazos y cuotas e intereses bajos, para entregar los insumos destinados a reformar suelos, ventanas, puertas y techos.

En última instancia si la vivienda esta ocupada, se debe tratar de solventar primero el problema de mayor o de envergadura y dependiendo del monto, se puede recurrir a cualquiera de las modalidades de préstamos de las que hemos hablado.

Conclusión

Debe hacerse un análisis profundo, del riesgo que conlleva adquirir un financiamiento para reformar una vivienda. Es por ello que el solicitante debe establecer los pros y los contras, que le permitan conocer que tan rentable será llevar a cabo esta acción.

Las instituciones financieras tienen como norte, la obtención de ganancias y estas son generadas precisamente por los intereses que pagan los clientes, así como de las propiedades que logran obtener mediante litigios judiciales.

Siempre habrá bancos que estén dispuestos a ofrecer apoyo financiero, para realizar una reforma a la vivienda. Sin embargo, debe entenderse que la institución apostara a la devolución total de su dinero y en caso contrario, procederá a la ejecución del inmueble en garantía.