Fachadas

Cuando se desea disminuir los costos en el hogar y aumentar el máximo aprovechamiento de los recursos, es necesario comenzar por la eficiencia energética.

Para ello, es fundamental aislar la fachada ya que según sea su calidad, se evitara perder calor o frío según sea el caso. Existen en la actualidad, dos sistemas eficientes con los cuales se puede disfrutar dependiendo de las condiciones del clima.

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Sistema SATE

El Sistema Aislante Térmico por el Exterior o SATE, es el que se utiliza con la intención de aislar el interior, del el exterior de la vivienda o edificio. Su funcionamiento está basado en planchas, con excelente calidad y que resisten directamente las inclemencias del clima.

Su trabajo es muy sencillo ya que al estar en contacto permanente con la fachada de la edificación, impide que el calor o radiación producida por los rayos del sol, pase al interior.

Así mismo, posee una cámara de aire, la cual impide que la estructura del sistema de aislamiento, pueda llegar a sobrecalentarse. Cuando un sistema de estas características no se incorpora en una fachada, puede llegar a suceder que en la vivienda, se comience a presentar humedad.

Incluso, lo que es más dañino para la salud en general, es que se presente un aumento desmesurado de CO2 en el ambiente.

El sistema SATE permite que durante el invierno el interior de la vivienda sea mucho más cálido y en el verano mucho más fresco. Es decir, se adapta perfectamente a las estaciones climáticas.

Instalación

La forma en que se instala este beneficioso sistema aislante, es bastante sencillo. Sin embargo, debe ser realizado por profesionales ya que lo que se busca, es lograr magnificar las bondades que trae el producto

El proceso comienza adosando el SATE sobre el envolvente. Para ello se utiliza material adhesivo y la cantidad de planchas que se colocaran en la fachada, dependerá del estado en que esta se encuentre y el metraje que se estima proteger.

Costo

El sistema SATE, se considera que es el menos costoso de su tipo. Además a la larga otorgara un ahorro importante a quien lo usa. Esto se debe, a que las cuentas por concepto de electricidad o gas para mantener un sistema de climatización adecuado, bajaran considerablemente.

Por otra parte, su mantenimiento es mínimo y como está fabricado con materiales de altísima calidad, la vida útil del sistema SATE puede exceder los 20 años. Por supuesto, es importante que cada 5 años, sea revisado por profesionales para hacer un mantenimiento preventivo y alargar más el tiempo de duración.

Podría decirse que este tipo de aislante, posee un sistema autolimpiante lo que le añade una ventaja adicional. El costo aproximado de instalación es de 56 euros por metro cuadrado.

Así mismo, no es necesario un cambio difícil en la estructura de la edificación. Incluso para muchos, sus placas adheridas al exterior, sirven como parte de la decoración de dicha estructura.

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Colaboración con el medio ambiente

Este sistema, es considerado uno de los mejores en cuanto a la relación precio/valor, ya que puede llegar a producir un ahorro energético de un 70%. En cuanto al aislamiento acústico, puede llegar a disminuir la contaminación sónica en un 65%.

Cuando se instala correctamente este valioso sistema, el consumo de calefacción o aire acondicionado, disminuye. Esto evita el incremento del cambio climático ya que no se generan grandes emanaciones de gases tóxicos al ambiente.

Fachada ventilada

Las fachadas ventiladas, funcionan mediante un proceso en donde se coloca un material aislante. De esta manera, se filtran las radiaciones y cambios en la temperatura.

Este sistema cuenta con una pequeña cámara de aire, que funciona como un filtro disminuyendo el frio o calor, según sea la condición del clima. Muchos arquitectos califican el sistema de fachada ventilada, como de doble piel o permeable.

Su trabajo es muy sencillo porque cumple funciones de parasol y es extremadamente provechoso, cuando se desea contar con un ambiente controlado en la vivienda.

Instalación

Sobre la fachada de la edificación, se coloca una estructura metálica que generalmente es fabricada en acero inoxidable o aluminio. Para ello se instalan unos sujetadores o anclas, donde deberá descansar la hoja exterior del sistema de fachada ventilada.

Para garantizar aún más seguridad, se utiliza una sustancia adhesiva sobre la fachada para que junto al ancla, permita que tanto la hoja interior como la exterior se conviertan en una sola estructura.

Posteriormente se comienza con el proceso de montaje de las capas, dejando unos centímetros de espacio para que pueda funcionar una cámara de aire. Es decir, la intensión es que entre las dos placas, exista un flujo constante de aire que ayudara a disminuir el calor o el frio según sea la época del año.

El éxito del buen funcionamiento de este sistema, es la constante renovación del aire. Es muy importante el espacio que exista entre las placas de la fachada ya que de no ser así, se presentaran problemas de dilatación.

La hoja exterior siempre funcionara como un administrador del clima. Incluso, tiene un efecto llamado chimenea que convierte la temperatura según sean las condiciones del tiempo en el exterior. Es decir, el aire caliente lo cambia por aire frio y viceversa.

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Costo

El valor de instalación de una fachada ventilada, está directamente relacionado con los acabados. Por ejemplo, el material estándar o básico que se instala en algunos procedimientos, es por lo general de cerámica, este cuenta con 8 mm de aislamiento interno construido en lana de roca.

Si a esto se le suma cualquier tipo de mejoras o nivelaciones que se deban hacer al exterior del edificio, la instalación del sistema podría llegar a costar 118 euros el metro cuadrado.

Por supuesto este costo, es en realidad una inversión a mediano plazo ya que estudios recientes estiman, que el ahorro energético es de aproximadamente 75%. En tanto, el aislante acústico es en algunos casos igual al 72%.

Todo esto no solo genera protección y ahorro, sino que también permite mediante su proceso de instalación, rehabilitar la fachada. De igual forma al colocar este sistema, el valor de la edificación aumenta considerablemente. Esto se debe a que se está utilizando un recurso sencillo, para controlar el clima en el hogar.

Si alguien pretendiera instalar un sistema de ambiente controlado, el costo de este seria 3 veces mayor que lo que se requiere para instalar el sistema de fachada ventilada.

Deferencias entre el sistema de fachadas SATE y el sistema de fachadas ventiladas

El sistema SATE no requiere cambios profundos en la estructura de la edificación para su funcionamiento. Es por ello que si no se desea afectar la armonía de la estructura, esta es la mejor opción.

Por su parte el sistema de fachada ventilada, necesita que se haga un trabajo más profundo y extenso, que dará un cambio total al exterior del edificio.

En tanto el ahorro estimado en factura energética que produce el sistema SATE durante la estación de invierno, puede llegar al 70% y en la estación de verano en un 63%.

Mientras que el sistema ventilado, puede lograr una disminución energética en invierno del 75% y en verano de un 70%. Como se ve los ahorros son mayores.

El sistema SATE cuenta con gran variedad de colores y texturas en las planchas aislante. En este sentido, pueden combinarse fácilmente con el resto de la decoración, en cambio las fachadas ventiladas, tiene estructuras básicas que no combinaran con las ya existentes en la edificación.

Ventajas de ambos sistemas

El sistema SATE permite una disminución importante en los puentes térmicos. Esto es gracias a la continuidad en la colocación de su estructura. Además cumple función impermeabilizante ya que da protección a la fachada.

Así mismo, durante la época de lluvia permite aumentar la transpiración durante el proceso de condensación. Su instalación es muy rápida y no reviste ningún nivel de complejidad.

Por su parte el sistema de fachada ventilada, es un extraordinario filtro de los agentes atmosférico ya que administra de manera eficiente la variación de temperatura.

También cuenta con un efecto, que permite que el aire circule y se convierta en el interior de la cámara. Así mismo,  se puede renovar la fachada mientras se realiza la instalación.

Conclusión

Indudablemente que ambos sistemas son la mejor alternativa, no solo para la disminución del consumo energético, sino también para la protección de la fachada y aumentar la vida útil de la estructura.

La escogencia del sistema, dependerá básicamente de la premura con que se desee instalar. De igual manera, tiene que ver el costo ya que un sistema un más caro que el otro.

Sin embargo, este elemento no es preponderante ya que en poco tiempo se habrá recuperado la inversión hecha. Esto se debe, a que se reducen los recursos energéticos.

En el momento que se instala cualquiera de los dos sistemas, el valor del inmueble aumenta de manera considerable y aunque el sistema SATE permite mantener la armonía arquitectónica del edificio, el sistema de fachada ventilada otorga la posibilidad de realizar nuevas alternativas de diseño.

La disminución sónica y ambiental es casi la misma. Sin embargo, la reducción en costo es mucho mayor cuando se utiliza el sistema de fachada ventilada.

En este caso lo más recomendable, es analizar cual opción es la conveniente y para ello se puede valer de la experiencia de otras personas, quienes hayan ya instalado algunos de estos sistemas.

Otra alternativa a considerar, es solicitar el presupuesto especialistas en el area. Ellos son los más idóneos para brindar orientación, sobre cuál es el sistema que más se adapta a los requerimientos del cliente.

En todo caso, cualquiera que sea la decisión a tomar para instalar un sistema de administración del ambiente, será algo que la naturaleza agradecerá enormemente por el aporte que estos le brindan.